Republica Neerlandesca (1581-1795) de Holanda
Guillermo I de Orange, el fundador de la familia real neerlandesa, lideró a los holandeses durante la primera parte de la guerra. Los primeros años fueron un éxito para las tropas españolas. Sin embargo, los asedios siguientes en Holanda fueron contrarrestados. El rey de España perdió el control de los Países Bajos después de que soldados de las tropas de Felipe II amotinados saqueasen Amberes y matasen a un número considerable de sus habitantes. Los católicos conservadores del sur y el este apoyaron a los españoles, que reconquistaron Amberes y otras ciudades flamencas y holandesas. Si bien finalmente la mayor parte del territorio en los Países Bajos se sustraería al dominio de la rama española de los Habsburgo, no sucedió lo mismo en Flandes, teniendo como resultado la separación histórica entre los Países Bajos y Flandes). Muchos flamencos huyeron a Holanda, entre ellos, la mitad de la población de Amberes, 3/4 de Brujas y Gante y toda la población de Nieuwpoort, Dunkerque y el campo.
La guerra continuó ininterrumpidamente durante 60 años más, pero el enfrentamiento principal había terminado. La Paz de Westfalia, firmada el 30 de enero de 1648, confirmó la independencia de las Provincias Unidas de España y Alemania. Los holandeses ya no se consideraban a sí mismos como alemanes desde el siglo XV, pero permanecieron oficialmente como parte de Alemania hasta 1648. La identidad nacional se formó principalmente por la provincia de la que procedía la mayoría de la población. Puesto que Holanda era con diferencia la provincia más importante, la República de las Siete Provincias llegó a ser conocida como Holanda en los países extranjeros.
Sede de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.
Los barcos holandeses cazaban ballenas en la costa de Svalbard, comerciaban con especias en la India e Indonesia y fundaron colonias en Nueva Ámsterdam (hoy Nueva York), Sudáfrica y las Indias Orientales Neerlandesas. El mayor asentamiento neerlandés en el extranjero fue la Colonia del Cabo. Se estableció por Jan van Riebeeck, en nombre de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, en Ciudad del Cabo en 1652. El Príncipe de Orange adquirió el control de la Colonia del Cabo en 1788.
Además, algunas colonias portuguesas fueron conquistadas, principalmente en el nordeste de Brasil, Angola, Indonesia y Ceilán. Debido a estos desarrollos el siglo XVII lleva el sobrenombre de la Edad de Oro de los Países Bajos. Como eran una república estaban gobernados más por una aristocracia de comerciantes urbanos, llamados los regentes. Los Estados Generales, con sus representantes de todas las provincias, decidían aquellas cuestiones importantes para toda la República. Sin embargo, a la cabeza de cada provincia estaba el estatúder de esa provincia, un puesto ocupado por un descendiente de la Casa de Orange.
En 1650 el estatúder Guillermo II de Orange-Nassau murió repentinamente de viruela; su hijo, el último estatúder y rey de Inglaterra, Guillermo III, nació sólo 8 días después, por tanto, dejó a la nación sin un sucesor obvio. Los Príncipes de Orange se convirtieron en estatúder y en gobernantes casi hereditarios en 1672 y 1748. La República Holandesa de las Provincias Unidas fue una auténtica república solamente desde 1650 a 1672 y desde 1702 a 1748. A estos períodos se les llama la Primera y Segunda Era sin estatúder.
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